Autor: Natalia Hatt
Género: Fantasía
Saga: Sangre Enamorada
Páginas: 154
Nikolav se ha sacrificado para salvar a Alejandra de un triste final. Ella ahora será reina de las hadas, y está comprometida con el príncipe Juliann, con quien comparte mucho más de lo que cree. Sin embargo, Alejandra no se resignará a estar separada de Nikolav, y hará lo que sea para salvarlo, para volver a tenerlo a su lado; aunque eso implique adentrarse dentro de una dimensión desconocida.
Fuerzas poderosas complotarán en su contra, dificultándole las cosas. ¿Qué tan lejos será capaz de ir Alejandra?
En esta segunda parte, Alejandra emprende la misión de
recuperar a un Nikolai encarcelado, expuesto a la peor pena imaginada. A pesar de
que las acciones de la protagonista eran impulsadas por su amor al vampiro, su
comportamiento en muchas ocasiones rayaba en lo apresurado y egoísta, logrando
desastrosas consecuencias que sólo lograban crear más daño a las personas que
ella intentaba proteger.
Las situaciones sobrenaturales está presente en éste segundo
libro de la saga Sangre Enamorada, logrando atraparte y emocionarte hasta el límite.
En esta segunda parte aparecen personajes sorprendentes y carismáticos e
incluso, un personaje ya conocido en el primer libro nos sorprende de la mejor
manera. ¿A quién me refiero? Es mi personaje favorito de toda la historia, y a
pesar de que no quiero darles ningún detalle importante de la trama, debo decir
que soy… ¡TEAM JULIANN! Estoy
completamente segura, que quien lea el libro adorará a éste personaje, y aunque
aún no he leído completo el último libro, espero y tenga un papel mucho más protagónico,
porque considero que lo merece.
El final del libro es inesperado y sorprendente. Natalia
tiene una increíble habilidad para crear finales sensacionales, logrando
inspirar en el lector un ansía para leer la continuación.
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